Valentina Briones, Mariana Lizama, María Fernanda Peña y Pamela Rocco, fueron las estudiantes de 4° Año de Psicología de la Universidad de Tarapacá (UTA) que junto al alumno José Cornejo, ejecutaron el proyecto Aprendizaje Basado en la Experiencia (ABE), denominado “Acompañamiento afectivo como enfrentamiento del proceso de cáncer terminal para familiares y cuidadores de los pacientes ingresados a la Unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Regional Dr. Juan Noé Crevani”.
La idea de haber realizado este tipo de proyecto, fue para poder identificar afectiva y cognitivamente la situación en que se encuentran los familiares y cuidadores de los pacientes con cáncer terminal; distinguir entre concepciones adaptativas y no adaptativas sobre el significado de la muerte y conformar una red de apoyo social entre pares, tanto en cuidadores como familiares que les permita generar apoyo mutuo entre ellos.
Una de las personas que forma parte del grupo, Mariana Lizama, manifestó que uno de los objetivos fueron los talleres para la conformación del voluntariado. “Para esto empezamos con las distintas habilidades que tenían las personas, una serie de talleres para conversar sobre los temas que hoy en día convoca en la Unidad del Dolor, donde ha estado muy precarizado últimamente por el poco apoyo psicológico que tiene. Al principio fue bastante difícil, porque no tuvimos mucha convocatoria pero se empezó a dar una situación interesante con las personas, puesto que se involucraron en el proceso de las intervenciones que realizamos, por lo que lograron conversar y abrirse ante los objetivos planteados en el proyecto”.
En cuanto a lo que significó ejecutar este proyecto ABE, la futura psicóloga agregó: “Más que nada nuestro objetivo era iniciar el voluntariado en Psicología y luego comenzar con la convocatoria en toda la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas (FACSOJUR) y la Facultad de Ciencias de la Salud (FACSAL), lo ideal es tomar todo este apoyo desde nuestra área y de la salud, es decir, tomar a todos los estudiantes que vienen y que estén interesados en este proyecto para poder seguir con nuestro propio dinero, realmente este proyecto fue un proyecto “piloto” para generar una instancia de autogestión por parte del estudiantado y poder suplir la necesidad de apoyo psicológico existente en la Unidad de Cuidados Paliativos del Dolor. Por otro lado, esto fue muy importante para nosotros/as como estudiantes, puesto que en nuestra carrera contamos con solo una práctica profesional, lo que paradójicamente sabemos que necesitamos estar en constante contacto con el ser humano (ya que de eso se trata nuestra carrera), por lo que a veces creo que las teorías no suplen en su totalidad a la práctica real de nuestro trabajo como futuros profesionales”.
En tanto, una de las pacientes que participó en los talleres organizados por los estudiantes de la UTA, Luz Marina, señaló que “Lo más importante de haber estado aquí es lo que ellas me enseñaron, participé en los talleres de masajes y repostería, fue bonito lo que aprendí pero lo más lindo de todo, fue la intención de ellas, que fue algo tan sencillo pero tan lleno de amor y eso lo agradezco profundamente. Porque cuando uno sale de un cáncer aprender a agradecer hasta los más mínimos detalles y agradece las ganas de seguir viviendo. El ver que hay jóvenes que se preocupan de una, eso nos da más ganas de seguir viviendo y eso uno lo agradece”.
Por su parte, la hija de la Sra. Luz Marina, María José, destacó que “Para mí ha sido bien grato, se preocupan harto del bienestar de los pacientes y sus familias, los talleres de ahora han sido bien entretenidos e interesantes y nos ayuda a no encerrarnos acá o en la casa y así podemos bajar el nivel de estrés, ha sido muy grato y me ha ayudado a sobrellevar la situación de mi mamá con sus dolores, ella ahora está bien y puede llevar una vida más normal. Lo que más me gustó es que nos hicieron unos talleres de repostería, pero más que nada me ayudó para salir del estrés en que uno vive, pudimos conversar y contar nuestras experiencias, nos ayudó mucho como familia, porque una enfermedad así abarca muchas cosas, en pesada la carga y este taller nos fue de gran ayuda y lo mejor de todo es que lo hacen con harto cariño”.
Este proyecto ABE contó con la guía de la académica patrocinante, psicóloga Nancy Álvarez y se desarrolló gracias al Convenio de Desempeño de las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (CD HACS UTA0901), con el fin de acercar a los estudiantes con la comunidad.